Con los calores del verano, parece indiscutible que el vino tinto apetece menos y la cerveza se convierte en la reina indiscutible.
Os propongo que abráis vuestras mentes y os lancéis como locos a beber vino blanco. Está claro que hay platos que piden a gritos un vino tinto. En ese caso, seguid con vuestro vino tinto. Me refiero a esos platos que pedís con vino tinto sólo por el hecho de que (pensáis que) no os gusta el vino blanco. Estoy hablando de pescados y arroces, fundamentalmente.
Yo he sido de los que el vino blanco no lo pedía ni muerto. De los que decía que el mejor blanco es un tinto.
Pero a base de probar, he descubierto que el vino blanco es una excelente opción para acompañar las comidas veraniegas y no tan veraniegas.
En verano, el vino blanco tiene numerosas ventajas con respecto a la cerveza y al vino tinto especialmente.
Respecto a la cerveza, hincha menos. Respecto al vino tinto, refresca más, suele ser más barato, normalmente acompaña mejor los platos típicos del verano y casi siempre te lo sirven a temperatura adecuada. Pienso que sólo esta última razón es definitiva.
Un vino blanco siempre te lo sirven directo de la nevera y con su cubito con agua y hielo (y si no, lo pides). A nadie en su sano juicio se le ocurriría aparecer con una botella de vino blanco del tiempo a menos que quiera ser agredido con la misma.
Lo de la botella de tinto del tiempo, seguro que os ha ocurrido más de una vez. Además, cuando la suelen traer, ya es tarde para enfriarlo en cubitera ya que van a pasar, en el mejor de los casos, unos quince minutos hasta que pille la temperatura adecuada.
Entonces tienes dos opciones: aguantar con el plato delante de tu cara hasta que el vino esté a su temperatura óptima (con lo cual comerás el plato helado) o tomarte las dos primeras copas ardiendo (con la pérdida de placer, por no decir sufrimiento, que eso conlleva) hasta que la tercera copa ya esté a punto. Justo cuando ya no te queda comida en el plato.
Entre los vinos blancos también quiero incluir, por supuesto, a los cavas. Que los hay, y muy buenos. E incluso algunos rosados.
Aquí os enumero algunos de los blancos que hemos probado este verano y que son muy, muy recomendables: Damana verdejo D.O. Rueda, Paso a paso verdejo D.O. La Mancha, Enate 234 Chardonnay D.O. Somontano, Viña Sol D.O. Penedés, Gran Viña Sol D.O. Penedés, Valtea D.O. Rias Baixas, Gramona Imperial D.O. Cava, Brut Barroco Freixenet D.O. Cava, Avanthia Godello, D.O. Valdeorras, Finca La Colina Verdejo Cien x Cien D.O. Rueda y alguno más que se me escapa. Mis favoritos son (por este orden) el Avanthia, el Finca La Colina y el Gramona Imperial. Sólo el Avanthia y el Gramona llegan a 15 Euros. El resto, ninguno llega a 10.
hablando de vinos blancos. El otro día probé uno Louro do bolo 2008, D.O. Origen Valdeorras (godello) que está buenísimo. Lo compré en la bodega de la Condomina por 12,50 leuros. Te lo recomiendo sino lo has probado ya, que tampoco me extrañaría. Un apunte 94 puntos guía peñín.
ResponderEliminarOscar