martes, 23 de febrero de 2010

1000 Kilómetros en mi Brompton

Ayer hice el kilómetro 1000 con mi Brompton. La foto no es muy buena que digamos pero casi me piño para sacarla.
Han sido 1000 km hechos en su mayor parte por las calles de Alicante. Imaginaros el ahorro de zona azul, de gasolina, de mantenimiento del coche y de cabreos que me he ahorrado al hacer estos kilómetros en mi Brompton.
Con ella he ido a hacer gestiones al banco, a la seguridad social, a trabajar, a las cenas de machos, a algún pafeto del Barrio, a El Corte Inglés, al Ayuntamiento, al Tram.... A cualquier sitio que se os ocurra. Ésta es la verdadera ventaja que tiene esta bicicleta sobre cualquier otra. Es un medio de transporte que te lleva de puerta a puerta y que hace que no tengas que preocuparte por si te la van a robar en la calle.
También ha viajado en coche a Cádiz, Las Negras, Málaga, Madrid, Ronda... La metes en el maletero o detrás del asiento del conductor y ya está. Y así te sirve para conocer ciudades en bicicleta.
No sé si se nota que estoy bastante flipado con mi Brompton pero es que es para estarlo.
A ver si cunde el ejemplo y os hacéis con una de ellas. Es más cara que cualquier bicicleta plegable pero se le da mucho más uso y se acaba amortizando (además del placer de ir en bici). No da pereza cogerla.
Os lo digo por experiencia. La anterior bici plegable que tuve no hizo ni un tercio de los kilómetros que ésta ha hecho en el mismo tiempo. La razón es sencilla: lo compacto de su plegado.
Hala, a compraros una Brompton.

lunes, 15 de febrero de 2010

Pou de la neu. Xixona.

El sábado pasado hicimos una reserva en el Pou de la Neu para pasar un día en la montaña. Es un hotelito de siete habitaciones que se encuentra en lo más alto del puerto de la Carrasqueta. Cuando llegas arriba, hay un camino a la derecha que lo indica perfectamente. Siguiendo este camino de subida durante algo más de un kilómetro, aparece el hotel y el pozo de que le da nombre.
El hotel ocupa la casa de la gente que se hacía cargo del pozo donde se hacía acopio de nieve para conservar alimentos y fabricar helados.
El hotel también dispone de restaurante para cualquier persona. No hace falta estar alojado en el hotel para hacer uso del mismo.



Llegamos a eso de las once de la mañana, justamente en el momento que estaba empezando a nevar. Así siguió todo el día. La nevada fue espectacular y llegamos a una temperatura de cinco grados bajo cero. Los huéspedes que llegaron a última hora tuvieron que ser auxiliados por Antonio (el dueño del hotel) para ayudarles a poner las cadenas en el coche para poder llegar.
Las habitaciones son confortables (85 Euros la habitación doble). Sin lujos. Hay un equipo de música y una nevera en cada una de las habitaciones. No hay ni una sola televisión en todo el hotel. Los baños son grandes y tienen bañera.

Echamos en falta algo más de temperatura en el ambiente. Que nadie se piense que tienen la calefacción a todo meter y se puede ir en camisa. Una chaquetita o un jersey no vienen nada mal.
El restaurante ofrece una comida típica alicantina por los cuatro costados y muy bien elaborada.
Para comer tomamos el embutido típico (en sus variantes fría y caliente), un revuelto de ajetes y tomates secos, un plato de ciervo con salsa de tomillo y dos platos de olleta. De postre un helado de mantecado con aguamiel. Para beber, cervezas (heladas) y Les Alcusses 2006 D.O. Valencia.
Para cenar pedimos caldo con pelota para Ruy, pericana, espencat, queso curado con miel de romero, huevos con patatas y chorizo y un pan con chocolate y aceite de oliva de postre. Para beber, cerveza y Beryna 2007 D.O. Alicante.
En ambas comidas nos sobró un plato porque acabamos a punto de reventar (pero por supuesto, nos lo comimos todo). Se puede salir alrededor de 30 ó 35 Euros por cabeza comiendo muy muy bien. Los vinos no son baratos pero son buenos (como ejemplo: Beryna, Almoroig, Alcusses, Penya Cadiella Selección, todos a 19 Euros)
El desayuno incluye café con leche, zumo natural, bizcocho casero, pan tostado con mermeladas, tomate y aceite, nueces, galletas y miel. Todo muy rico.
El trato es muy agradable por parte de todo el mundo que allí trabaja.
El exterior es espectacular. Tranquilidad absoluta. No hay ni un ruido. Hay una vista muy bonita y está todo lleno de árboles. Tiene dos terrazas muy grandes con mesas y sillas que no pudimos disfrutar por la nevada que estaba cayendo. Hay muchísimas posibilidades para dar largos paseos por la montaña.
Y lo bueno de todo esto es que está a sólo 40 km de Alicante. Poco más de media hora. Un lujo.
Muy recomendable.

martes, 9 de febrero de 2010

7º Aniversario Masa Crítica de Alicante



El viernes 5 (primer viernes de mes) nos reunimos una vez más para dar una vuelta por Alicante en nuestras bicicletas ( yo con mi Brompton, claro) para reclamar mejores condiciones para que la gente que se mueve por Alicante, en bici, lo haga sin tener que jugarse la vida y así animar a más gente a que utilice este medio de transporte y conseguir una ciudad más agradable.
Como coincidía con el 7º aniversario de esta sana costumbre, llegamos a juntarnos más de cien personas, muchas de las cuales iban disfrazadas debido a la cercanía del Carnaval.
Antes de dar la salida a la marcha aparecieron unos señores que iban disfrazados de Policía Local y de Policía Nacional y no iban en bicicleta, precisamente. No tardamos en darnos cuenta que los atuendos que portaban no eran disfraces sino sus uniformes de trabajo.
Comentaron que necesitábamos un permiso de manifestación y que aquella reunión era ilegal. Hay que joderse!
Preguntaron que quién era el organizador de todo aquello. Se ve que esta gente no sabe que éste es un movimiento que se desarrolla en todo el mundo y que no está organizado por nadie. No se han enterado que en Madrid, cada mes, se están juntando casi tres mil ciclistas para pedir unas condiciones mínimas de seguridad para la gente que se mueve en bicicleta.
Simplemente, el primer viernes de cada mes se queda en un sitio para dar una vuelta en bici por una ciudad que es tanto de la bici como de los coches o las motos. Que tenemos el mismo que derecho que los vehículos a motor para poder circular por las calles de nuestra ciudad!
Pues hasta que una persona no dejó su carnet de identidad, no nos dejaron en paz.
Muy lamentable.
Finalmente, salimos con nuestras bicis y dimos un paseo estupendo y terminamos con una gran chocolatada en la Plaça de les palmeretes (Plaza Castellón).
Nos volveremos a ver el primer viernes de marzo. Animaos, desenpolvad vuestras viejas Bicicros, Torrot, GAC y demás joyas de museo y venid con nosotros a dar una vuelta en bici y tomar luego una cervecilla por el centro. Repetiréis. Seguro.

jueves, 4 de febrero de 2010

Me he comprado una panificadora


Por si me faltaba algún trasto en la cocina, el miércoles pasado me compré una panificadora. Es un trasto de tamaño similar al de una freidora grande que amasa y hornea respentado los tiempos de fermentación y levado de la masa.

También hace mermeladas y prepara la masa de pizzas, bizcochos y demás cosas nocivas para la línea. Puedes hacer panes normales, integrales, sin gluten, francés, con especias, con frutas, con con frutos secos, con hierbas.... El número de recetas que circulan por la red es infinito.

Por ahora van tres panes realizados y he de confesar que estoy muy contento con este trasto ya que en todo momento sabes de qué está hecho el pan y, además, éste dura tierno mucho más tiempo que el que compras por ahí (que a la media hora está hecho un chicle). Y que sale buenísimo, claro.

También mola mucho el tema de que es programable y puedes hacer que el pan esté recién hecho justamente a la hora en la que desayunas. Muy grande!

Hay un montón de modelos en las tiendas pero básicamente todas hacen lo mismo. Las hay desde los 50 Euros hasta lo que te quieras gastar.
Yo de vosotros, me la compraría.

lunes, 1 de febrero de 2010

Naomi Japonés. Madrid.


Tras la visita al Mercado de San Miguel, pillamos el metro y nos fuimos a cenar al restaurante Naomi (C/ Ávila, 14, Madrid. Metro Estrecho). Esto para por el barrio de Tetuán.
Se trata del japonés más antiguo de Madrid. Abrió hace unos 35 años. La gente que ha viajado a Japón dice que es el fiel reflejo de bareto que te puedes encontrar en Tokio.
Es un sitio bastante pequeño. Tiene 5 ó 6 mesas de las que podemos llamar normales y 2 mesas que llamaremos japonesas. También hay una barra donde puedes comer si vas solo (si vas solo no te dejan ocupar mesa).
Tienen dos turnos, a las 21 horas y a las 23. Imprescindible la reserva.
La decoración dista mucho del concepto de restaurante japonés de diseño que muchos tenemos en mente. Mucho me temo que en los 35 años que lleva el restaurante abierto, la decoración ha sufrido muy pocos cambios.
Pero como allí no fuimos a hacer un curso de decoración sino a cenar, paso a contar nuestra experiencia culinaria.
En un ataque de tipicalismo debido probablemente a que hacía menos de 5 minutos que había hablado con Jaime, reservé para cenar en mesa japonesa. Es decir, descalzo y sentado en el suelo. Craso error. A los 10 minutos no sabes cómo sentarte. Te duele todo y se te duermen las piernas y lo que no son las piernas.
El personal es 100% japonés. Las camareras van con su kimono y son muy agradables y educadas. Ojo con la dueña! Es una señora mayor que no se corta ni un pelo a la hora de coger tus palillos y colocarlos encima del soporte de los mismos si ve que los tienes apoyados en el plato.
Por supuesto, el que quiera cubiertos occidentales, se ha equivocado de sitio.
Para beber pedimos cerveza Kirin japonesa (2,90Euros la botella) que te sirven muy fría. El que quiera vinos, la cosa está flojita.
Para comer pedimos un variado de sushi (maki y niguiri) que estaba espectacular. Luego tomamos una tempura de verdura y langostinos muy buena y después un atún casi crudo con salsa teriyaki increíble. De las cosas más buenas que he comido en mi vida.
Más tarde la gula nos pudo y tomamos unos conos (ahora no recuerdo el nombre en japonés) de alga nori rellenos de arroz y ventresca de atún que se salían.
Todo esto con 4 cervezas japonesas, 63 Euros.
Esto quiere decir que salimos a casi 32 Euros por cabeza. Bastante menos de los 50 ó 60 Euros que se suele pagar en otros japoneses de la capital (Miyama, Kabuki...) mucho más espectaculares en cuanto a servicio, decoración y situación.
Yo lo tengo claro. Si tengo que cenar otra vez en un japonés en Madrid, volveré a Naomi. Tan claro como que cenaré en mesa normal. Lo de la mesa japonesa está bien como gracieta y con una vez me basta.
Pues eso. Naomi es un japonés donde la calidad de los pescados es brutal y algo menos caro que los japoneses más famosos de Madrid debido en parte por el local en sí y por la ubicación.
Muy recomendable.

Mercado de San Miguel. Madrid.


El sábado por la noche, antes de ir a cenar, nos dimos un paseíto por un sitio al que queríamos ir hace ya algún tiempo.
Se trata del Mercado de San Miguel (Plaza de San Miguel, Madrid). Está muy cerca de la Plaza Mayor.
Es un mercado que llevaba un tiempo cerrado y a punto ha estado de convertirse en un centro comercial. Al final, gracias al esfuerzo de unas pocas personas, se ha reabierto como un mercado muy peculiar.
En el rato que estuvimos allí vimos puestos de ostras con champagne, distintos tipos de caviar, quesos, conservas, carnicerías, pescaderías donde te preparan el marisco al momento, vino por copas, pasteles austriacos, flores, libros de gastronomía, frutas, menaje de cocina y un largo etcétera de productos gourmet.
Se pone hasta arriba. Abre hasta las 10 de la noche de domingo a miércoles y hasta las 2 de la mañana de jueves a sábado.
Visita muy recomendable.

Nuevo artefacto para correr y pasear en bici


El sábado pasado recogí en Leganés un carrito que hemos adquirido para que los niños vayan en él mientras mi persona ejerce como fuente de tracción subido en la Brompton.
También ofrece la posibilidad de colocarle una rueda delantera y usarlo para pasear (como carro gemelar)o para correr los medios maratones con Ruy montado en él. Candela no creo que aguante aún todo el recorrido.
El estreno en su versión remolque para bici será el próximo domingo en el Ciclovía. Para la versión carro en medio maratón habrá que esperar, seguramente, al último domingo de febrero en Torrevieja.
Si alguien está interesado en alguno de estos remolques puede mirar en esta página. Si decís que vais de mi parte, os harán un pequeño obsequio a vosotros y otro a mí.