El sábado por la tarde posterior a la boda, nos fuimos a recoger el dorsal de la carrera del domingo y aprovechamos para tomar unas cañitas antes de irnos a la cama.
Elegimos la zona de Argüelles para saciar nuestra sed.
Primero estuvimos en un bar donde tienen infinidad de tostas (no recuerdo el nombre del local) y luego acabamos en una taberna que hacía mucho tiempo que no visitaba. La taberna se llama 1929 Madrid.
Es una taberna-restaurante donde tienen un montón de raciones curiosas como, por ejemplo, un carpaccio de reno con higos o un strudel de avestruz. En cuanto a vino por copas, hay al menos diez o doce tintos y algunos más blancos y rosados. Por botellas, bastante variedad.
Al entrar, hay una zona con barricas a modo de mesa y la barra a la derecha. En esta zona, pides lo que te apetezca, lo recoges en la barra y te lo llevas a tu barrica.
Dentro hay una zona con mesas donde te atiende un camarero.
El servicio es agradable y atento. Recomendable.
Ya que estamos hablando de esta taberna, aprovecharé para comentar que se encuentra a escasos 50 metros de otra taberna que nos gusta mucho visitar cuando estamos en Madrid y que se llama El Tendido. Enfrente han abierto El Tendido 2.
Ambos lugares son tabernas con muchas raciones, tostas y gran variedad de vinos. Las mesas son bajitas con taburetes de madera y las paredes están llenas de fotos de toreros, cantaores y algunos famosos-famosillos que han visitado el lugar. De fondo, flamenco o flamenkillo, dependiendo de la ocasión.
Tanto en el 1929 Madrid como en los Tendido, se puede cenar muy bien por unos 30€. Dependiendo, sobre todo, de lo que se beba (como casi siempre).
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