miércoles, 16 de diciembre de 2009

Mundomar y maridaje de cervezas en Teulada

El domingo 6 nos fuimos con nuestros amigos los "elcheros" a Mundomar Benidorm para que Ruy y José Juan disfrutaran un rato viendo los delfines, leones marinos y demás animalillos.
Después nos fuimos a comer al Gambrinus de Teulada a repetir el maridaje de cervezas que ya hicimos algún que otro mes atrás.
Cuando salí de allí me acordé de aquella canción de Sabina que dice "al lugar donde fuiste feliz no debieras tratar de volver".
Y no es porque comiéramos de pena sino porque no todo fue perfecto como en la anterior visita.
Tuvimos la mala suerte de que el temporal de aquellos días hizo que no hubiera pescado fresco de la zona.
De aperitivo nos sirvieron un sushi, un salmorejo y el ya conocido carpaccio de pulpo con vinagreta de naranja. De platos pedimos entrecot de ternera, carillera, bonito con ajos tiernos y pierna de cordero al horno.
Paso a comentar los platos uno a uno. No sé si es porque visito con frecuencia algunos restaurantes japoneses y me encanta la comida de ese país, pero el sushi que comimos allí me pareció horroroso. Llamarlo sushi me parece muy osado porque no había rastro de alga nori ni de wasabi por ningún lado. Por no haber, no había ni pescado crudo. El pescado era atún de lata y el arroz era un arroz, claramente no cultivado para la elaboración de sushi, Yo, a este plato (en el caso de que lo hubiera servido, cosa que dudo sobremanera) no le habría llamado sushi. La verdad es que ahora mismo no se me ocurre cómo le habría llamado.
El salmorejo estaba estupendo. Muy bueno. Y el conocido carpaccio de pulpo, brutal. En cuanto a los platos principales comentaré que la carrillera estaba estupenda, el bonito con ajos tiernos estaba muy bueno, el entrecot estaba excelente tanto en sabor como en punto de cocción y la pierna de cordero estaba algo seca. Ya de por sí, la pierna es bastante menos jugosa que la paletilla pero si además no se sirve con algo de salsa para quitarle ese punto de sequedad.... Pero lo que realmente me mató fue ver aparecer la pierna de cordero con patatas fritas congeladas. No me lo podía creer. ¿Por qué se sirvió el cordero con patatas congeladas mientras el entrecot se sirvió con unas patatas al horno buenísimas?
Conocida por todos es mi total aversión a la patata congelada pero me resulta muy chocante que en un lugar donde la calidad de la materia prima se cuida tanto, aparezca un plato en la mesa guarnecido con unas patatas fritas congeladas.
En cuanto al tema del maridaje de cervezas, probamos unas seis o siete. Algunas de ellas, totalmente desconocidas para los que allí estábamos.
De postre unas trufas de chocolate negro muy recomendables.
Hay que ver cómo un par de detalles pueden hacer que una comida estupenda en un 80 por ciento haga que te deje un mal sabor de boca o, al menos, no un sabor maravilloso como la anterior vez que comimos en este lugar. El tema del presunto sushi, el cordero algo seco (en menor medida) y las patatas fritas congeladas empañaron todo lo bueno que pudimos degustar en esa comida.
Está claro que hay que cuidar todos los detalles. No puede ser que una gran comida sea recordada por una falta de cuidado en ciertos detalles. No vale descuidarse.
Y el caso es que sé que volveré.

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