
El sábado pasado hicimos una reserva en el
Pou de la Neu para pasar un día en la montaña. Es un hotelito de siete habitaciones que se encuentra en lo más alto del puerto de la Carrasqueta. Cuando llegas arriba, hay un camino a la derecha que lo indica perfectamente. Siguiendo este camino de subida durante algo más de un kilómetro, aparece el hotel y el pozo de que le da nombre.

El hotel ocupa la casa de la gente que se hacía cargo del pozo donde se hacía acopio de nieve para conservar alimentos y fabricar helados.
El hotel también dispone de restaurante para cualquier persona. No hace falta estar alojado en el hotel para hacer uso del mismo.

Llegamos a eso de las once de la mañana, justamente en el momento que estaba empezando a nevar. Así siguió todo el día. La nevada fue espectacular y llegamos a una temperatura de cinco grados bajo cero. Los huéspedes que llegaron a última hora tuvieron que ser auxiliados por Antonio (el dueño del hotel) para ayudarles a poner las cadenas en el coche para poder llegar.
Las habitaciones son confortables (85 Euros la habitación doble). Sin lujos. Hay un equipo de música y una nevera en cada una de las habitaciones. No hay ni una sola televisión en todo el hotel. Los baños son grandes y tienen bañera.
Echamos en falta algo más de temperatura en el ambiente. Que nadie se piense que tienen la calefacción a todo meter y se puede ir en camisa. Una chaquetita o un jersey no vienen nada mal.
El restaurante ofrece una comida típica alicantina por los cuatro costados y muy bien elaborada.
Para comer tomamos el embutido típico (en sus variantes fría y caliente), un revuelto de ajetes y tomates secos, un plato de ciervo con salsa de tomillo y dos platos de olleta. De postre un helado de mantecado con aguamiel. Para beber, cervezas (heladas) y Les Alcusses 2006 D.O. Valencia.
Para cenar pedimos caldo con pelota para Ruy, pericana, espencat, queso curado con miel de romero, huevos con patatas y chorizo y un pan con chocolate y aceite de oliva de postre. Para beber, cerveza y Beryna 2007 D.O. Alicante.
En ambas comidas nos sobró un plato porque acabamos a punto de reventar (pero por supuesto, nos lo comimos todo). Se puede salir alrededor de 30 ó 35 Euros por cabeza comiendo muy muy bien. Los vinos no son baratos pero son buenos (como ejemplo: Beryna, Almoroig, Alcusses, Penya Cadiella Selección, todos a 19 Euros)
El desayuno incluye café con leche, zumo natural, bizcocho casero, pan tostado con mermeladas, tomate y aceite, nueces, galletas y miel. Todo muy rico.
El trato es muy agradable por parte de todo el mundo que allí trabaja.
El exterior es espectacular. Tranquilidad absoluta. No hay ni un ruido. Hay una vista muy bonita y está todo lleno de árboles. Tiene dos terrazas muy grandes con mesas y sillas que no pudimos disfrutar por la nevada que estaba cayendo. Hay muchísimas posibilidades para dar largos paseos por la montaña.
Y lo bueno de todo esto es que está a sólo 40 km de Alicante. Poco más de media hora. Un lujo.
Muy recomendable.